Cada palabra, cada acción, todo lo que hace... Me hace sentir más decepcionada.
De repente he prescindido de ti, dejé de darle importancia a esa persona que por naturaleza debe ser la más especial en todo el mundo; aquella que debe ser un ejemplo a seguir, quien es el boceto del hombre perfecto en tu vida; quien debe enseñarte cómo es tratada una dama; quien es la persona ideal en todos los sentidos...
Lamentablemente, ese no es mi caso, cada día te veo menos, y esos pequeños tiempos se han vuelto un pequeño infierno, en el cual estás aquí físicamente, pero no sé en dónde está tu mente. A decir verdad, si lo sé, pero quiero evitar esos pensamientos...
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