Hubo alguien

Él creyó en mí.
Él cree en mí.

Me sentía desolada, desorientada.
Me sentía perdida, incapaz.

Pero en medio de todo,
Él creyó en mí.
Él me dio palabras simples.

Él no lo supo, pero esas palabras fueron todo para mí.

Escribo

Escribo; no para ser leída, sino para encontrar un refugio, desahogarme, contar mis experiencias.
Como un diario, pero por alguna razón, deseo compartirlo con cualquier persona...
Aquel que lee mis palabras, tal vez sin dejar rastro de ello, pero con el convencimiento de que todas las personas sufren; a solas, acompañadas...
Tal vez esa persona que ves tan feliz por fuera, por dentro está llorando, clamando por alguien que la escuche, que le de un consejo, que le apoye...

Cada vez me decepcionas más

Cada palabra, cada acción, todo lo que hace... Me hace sentir más decepcionada.
De repente he prescindido de ti, dejé de darle importancia a esa persona que por naturaleza debe ser la más especial en todo el mundo; aquella que debe ser un ejemplo a seguir, quien es el boceto del hombre perfecto en tu vida; quien debe enseñarte cómo es tratada una dama; quien es la persona ideal en todos los sentidos...
Lamentablemente, ese no es mi caso, cada día te veo menos, y esos pequeños tiempos se han vuelto un pequeño infierno, en el cual estás aquí físicamente, pero no sé en dónde está tu mente. A decir verdad, si lo sé, pero quiero evitar esos pensamientos...

¿Qué se supone que haga?

¿Qué se supone que hagas cuando el hombre que tendría que haberte mostrado como es un hombre de verdad, en realidad es el peor patán que has conocido? 

Quien tenía que haberte mostrado cómo se ama a una mujer; cómo se ama a una familia; cómo celebrar cada cumpleaños de sus hijos; ¿qué se  supone que haga cuando esa persona te ha mostrado todo lo contrario? 

Te enseñó cómo se destruye día a día una hermosa familia; cómo se pierde el amor de quien una vez juraste hacer feliz; cómo se pierde el cariño de un hijo...

Hoy fue un buen día.

Hoy fue un buen día, reí, vi a mi mejor amiga, comí pizza y, por si fuera poco, corrí bajo la lluvia.

Hoy pintaba para ser un hermoso día, iba a reunirme con mi mejor amiga, a quien tenía casi seis meses sin ver.

Hoy fue un buen día, ella y yo nos vimos en el cine, fue increíble. Al vernos, nos abrazamos, yo no quería soltarla.

Hoy fue un buen día, entramos, compramos palomitas y compartimos unos dulces de chocolate.

Hoy fue un lluvioso día, hacía mucho que no corría bajo la lluvia, no recuerdo si alguna vez lo hice.

Hoy fue un buen día, la vi correr, y lo único que pensé fue correr tras ella, y, empapadas, llegamos.

Hoy fue un buen día, fuimos a comprar pizza, platicamos un poco de nosotras, nos pusimos al tanto una de la otra.

Hoy fue un buen día, ella me dijo que mo quería que nos separaramos tan pronto.

Hoy fue un buen día, vi a mis habituales compañeros, reímos mucho.

¡Hoy fue un buen día!
Quería decirle eso a alguien, que me preguntaran como me fue, pero fue en vano, nadie me preguntó.

¡Hoy fue un buen día! Nadie lo supo, pero para mí fue grandioso.


-8 de Junio, 2017

Despedida

Nos vemos mañana.
Te cuidas.
Que llegues bien.
Te vas con cuidado.
Espero que volvamos a salir.
Gracias.


Fue curioso ver como tus ojos brillaban al despedirnos; dijiste tantas palabras, que incluso tartamudeaste un poco.
Noté tu voz ligeramente diferente, sí, eso es, y al ver que tus ojos de abrieron notablemente, lo supe. Supe que estabas nervioso, y por alguna razón me alegré.
La última vez dijimos adiós con un beso en la mejilla, pero en esta ocasión no fue así, quiero pensar que no sabías como actuar.
Ansío volver a verte, volver a salir contigo.

Lo admito

Sí, lo admito, he de querer que alguien me mire perfecta ante sus ojos, anhelo que alguien vea más allá de mis miles de defectos. Que cuando esté conmigo no tenga la más mínima necesidad de estar con alguien más. Que procure siempre caminar a mi lado.
Recordar es volver a vivir, quiero a alguien que cuando pasemos debajo de aquel frondoso árbol, recuerde la primera ves que no vimos.
Si entramos en esa cafetería, recuerde el momento preciso en el que confesamos nuestro amor.
Que al ver mi sonrisa, prontamente y sin saber porqué, sonría.
Alguien que al estar leyendo estas palabras, se de cuenta cuanto he estado esperando el momento en el que alguien haga por mí, lo mismo que yo estoy dispuesta a hacer por él.
Lo admito, quiero estar locamente enamorado.

Sensaciones

El rose de sus manos, de estar sentada y que él me tome de la mano. Decirle adiós al frío que me congelaba, para decirle bienvenido al calor que ahora nos acompaña.
Caminar al mismo tiempo, pegarme de tu brazo mientras tú esbozaste una sonrisa, y al ver semejante gesto, no pude evitar sonreír también.
Me besaste la frente, fue algo inesperado, pero que totalmente me encantó, suplicaba por un beso a esos labios, tan lindos, tan carnosos, tan rojos, tan míos.
Cuando nos sentamos, puse mis manos sobre mis piernas, volteé a ver el paisaje  cuando de pronto sentí algo tan familiar, era tu mano postrada sobre la mía, en ese instante giré mi cabeza, y al hacerlo estaban frente a mí esos ojos color miel que tanto me gustan, era inevitable sonreír ante tal hermosura. De pronto, una de sus manos se dirigieron detrás de mi nuca, te acercaste y me acercaste, hasta que pudimos encontrar nuestros labios en un adorable beso.
Fue un beso tan íntimo, que sin decir ni una palabra, supe que éramos los indicados.
Sí, todo fue genial, hasta que desperté de mi sueño, y aunque no fue una sensación real, me queda ese gesto amable.
Gracias por haberme dado este sueño